La región de América Latina y el Caribe ha buscado protagonismo desde el comienzo de la crisis entre Israel y Palestina, pues buena parte de sus Estados ha procurado un equilibrio en sus relaciones con ambos. Con contadas excepciones, casi todos los Estados tienen hoy relaciones diplomáticas con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) a la que reconocen un carácter estatal (salvo Paraguay) y varios han tratado en el pasado reciente de desempeñar un papel más activo en el Medio Oriente.Con la dramática situación de finales de 2023, América Latina volvió a revindicar el derecho internacional como derrotero de sus acciones. En virtud de lo anterior, varios Estados decidieron emprender acciones en el marco de la multilateralidad para expresar solidaridad con Palestina y exigir un alto al fuego en Gaza y la violencia subsecuente en el resto de los territorios ocupados. Si bien América Latina está debilitada en sus espacios multilaterales, permanece su deseo expreso y permanente por la defensa del derecho internacional, del derecho internacional humanitario y del sistema de Naciones Unidas o, mejor, de lo que resta de éstos.
The Latin American and Caribbean region has sought to play a leading role since the beginning of the Israeli-Palestinian crisis, as many of its States have sought a balance in their relations with both. With a few exceptions, almost all States today have diplomatic relations with the Palestinian National Authority (PNA), which they recognize as a State (except Paraguay), and several have tried in the recent past to play a more active role in the Middle East.With the dramatic situation at the end of 2023, Latin America once again claimed international law as the course of its actions. As a result, several States decided to take action within the framework of multilateralism to express solidarity with Palestine and demand a ceasefire in Gaza and the subsequent violence in the rest of the occupied territories. Although Latin America is weakened in its multilateral spaces, its express and permanent desire to defend international law, international humanitarian law and the United Nations system, or rather, what is left of these, remains.
