El archivo del grupo de solidarios con el movimiento indígena en Colombia
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En el año 2019, la Biblioteca Luis Ángel Arango (en adelante, BLAA) hizo pública la recepción del archivo documental y fotográfico de Víctor Daniel Bonilla (Cali, 1933). Este intelectual colombiano es mundialmente conocido por la publicación en 1968 del libro Siervos de Dios y amos de indios. El Estado y la misión capuchina en el Putumayo, en el que denunció los abusos de poder de las misiones de dicha orden religiosa en el suroccidente colombiano. El libro, basado en una rigurosa investigación histórica y etnográfica, abrió un diálogo sobre la relación de las misiones religiosas y de la Iglesia Católica con los pueblos indígenas. A pesar de centrarse exclusivamente en el caso colombiano, el libro de Bonilla fue rápidamente traducido a varios idiomas y el propio autor fue invitado a diferentes países americanos y europeos a exponer los hallazgos de su investigación, pues su abordaje permitía entender la experiencia histórica de centenares de pueblos indígenas en todo el mundo. La publicación de Siervos acercó a Bonilla a las luchas de los movimientos indígenas en el suroccidente colombiano desde finales de la década de los años sesenta del siglo XX y hasta su retiro de la vida pública hace menos de un lustro. La trayectoria de Bonilla es inseparable de los avatares del movimiento social indígena, desde su configuración moderna hasta nuestros días, con la representación indígena en la Asamblea Nacional Constituyente como punto de inflexión. El archivo que ahora reposa en la BLAA, por lo tanto, sólo puede entenderse parcialmente como la acumulación de documentos por parte de una persona. De manera más acertada, habría que decir que este acervo adquiere su verdadero sentido en el marco general de la historia del movimiento indígena en Colombia y de sus relaciones con personas no-indígenas. El archivo Bonilla puede denominarse, con mayor precisión, como un acervo específico del archivo solidario, en referencia a la red de solidarios y colaboradores con el movimiento indígena, un grupo numeroso y diverso de personas no-indígenas que han acompañado, apoyado y participado en sus reivindicaciones sociales y políticas. La redefinición del archivo Bonilla como archivo solidario permite plantear tres consideraciones que orientan la mirada de la presente propuesta. Por una parte, se hace visible que estamos ante un conjunto documental producido en la actividad misma de las luchas indígenas, orientado por las preocupaciones y los intereses de un movimiento plural y en tensión tanto consigo mismo como con las condiciones políticas del país. A diferencia de otros archivos de investigadores conservados por la BLAA (como el de Gerardo Reichel-Dolmatoff, el de Gregorio Hernández de Alba o el de Brian Moser), el acervo entregado por Bonilla no fue hecho sobre los pueblos indígenas, sino con los pueblos indígenas. La perspectiva de los solidarios y los colaboradores sobre su propio papel en la movilización indígena afecta radicalmente la generación de la documentación contenida en el acervo y, en consecuencia, debe afectar también las formas de pensarla y nombrarla. Por otra parte, se comprende de esta manera que este no es un archivo sobre el pasado, sino para el presente y para el futuro. La movilización indígena continúa y, en esa medida, este archivo resulta vital para la formación y la reflexión contemporáneas de los liderazgos que han emergido después de la nueva Constitución, enfrentados en un contexto nuevo a problemáticas sin precedentes, pero cuya interpretación está arraigada en la experiencia histórica de la cuestión indígena en Colombia y en América Latina. Finalmente, como ya se insinuó, la caracterización de este archivo como solidario implica su conexión con acervos personales e institucionales dispersos por el país y que también han conservado la memoria del movimiento indígena, por lo que el archivo de la BLAA debe considerarse como un nodo de una red mucho más extensa que se hace necesario rastrear, mapear y analizar. Aunque la Biblioteca Luis Ángel Arango ya hizo un tratamiento bibliotecológico y archivístico inicial del acervo entregado por Víctor Daniel Bonilla, sus resultados ameritan una intervención pronta, rápida y rigurosa para activar los valores intrínsecos del acervo. Este año, la BLAA dispuso para todos los públicos una catalogación inicial del acervo a través de las herramientas de consulta pública de su motor de búsqueda. Bajo la signatura MSS4235 y la denominación “Archivo sobre las comunidades indígenas compilado por Víctor Daniel Bonilla” es posible encontrar un listado de clasificación de 35 cajas de documentación con unos descriptores amplios y generales. Dicha descripción, aunque fundamental, no permite tener una idea (ni siquiera aproximada) de la naturaleza de las fuentes que se encuentran en el archivo, lo que se traduce en un obstáculo considerable para facilitar su consulta e imaginar posibles y necesarias activaciones públicas en el contexto actual. La propuesta de trabajo que aquí se presenta quiere contribuir a superar este obstáculo mediante la realización de una descripción documental intermedia del acervo. Los inventarios diagnósticos ofrecen la posibilidad de continuar refinando la resolución de la catalogación de un archivo particular. Si bien el resultado ideal para las instituciones es la catalogación folio a folio de todos sus fondos, esta meta suele ser demorada por su alta exigencia de tiempo y de recursos. La realización de una descripción documental intermedia permite identificar con mayor precisión elementos clave sobre los contenidos de un acervo, de tal forma que funciona como una herramienta y un proceso que contribuyen a enriquecer la información y la descripción del archivo. Este nivel diagnóstico permite que para cada una de las unidades documentales (las “cajas”, según la denominación del catálogo de la BLAA) se identifiquen las fechas límites de la documentación y los lugares, instituciones y personajes presentes en ella, información a partir de la cual será posible identificar documentos destacables (en función de su relevancia, su singularidad o de asuntos de investigación específicos) y generar una descripción particular para cada unidad. La realización de esta descripción documental está articulada a un proyecto a largo plazo de Humanidades Digitales que tiene como objetivo promover la activación pertinente de los acervos documentales sobre el movimiento social indígena desde finales de los años sesenta del siglo XX. En este proyecto participan, con semilleros de investigación propios, la Universidad del Cauca y la Universidad del Valle a través de sus programas de Antropología y de Sociología, respectivamente. Cada una de estas instituciones trabaja actualmente en descripciones documentales iniciales e intermedias de fondos documentales relevantes para la historia del movimiento social indígena y de su articulación con la red de solidarios y colaboradores. Como eje central de este proyecto se encuentra la Fundación Colombia Nuestra, en cabeza de la profesora María Teresa Findji, quien, al igual que Bonilla, ha sido solidaria del movimiento indígena desde finales de los años sesenta y cuyo testimonio vivo, aún activo, resulta fundamental para enriquecer, contextualizar e identificar la información dispersa de estos acervos. A través de la profesora Findji, además, se busca establecer la pertinencia de las activaciones y divulgación de estos acervos para los liderazgos indígenas contemporáneos, tanto en el suroccidente colombiano como en el país en general. La revisión de toda la información documental contenida en el archivo solidario entregado por Víctor Daniel Bonilla a la BLAA y la generación de la descripción documental intermedia contribuirá a facilitar la consulta y activación del acervo, que es de gran interés para los movimientos sociales indígenas contemporáneos, investigadores sociales interesados en el desarrollo de la sociedad colombiana y para la ciudadanía en general. Así mismo, los hallazgos podrán contribuir a los esfuerzos de conservación, investigación y divulgación del conocimiento a los que se compromete el Banco de la República a través de sus instituciones culturales. Esta experiencia de trabajo marcará un hito para el semillero, pues consolida la pertinencia de la línea de trabajo sobre patrimonio en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y extiende las alianzas profesionales e intelectuales de sus participantes.
In 2019, the Luis Ángel Arango Library (hereinafter, BLAA) announced the reception of the documentary and photographic archive of Víctor Daniel Bonilla (Cali, 1933). This Colombian intellectual is known worldwide for the publication in 1968 of the book Servants of God and Masters of Indians. The State and the Capuchin Mission in Putumayo, in which he denounced the abuses of power by the missions of this religious order in southwestern Colombia. The book, based on rigorous historical and ethnographic research, opened a dialogue on the relationship between religious missions and the Catholic Church with indigenous peoples. Despite focusing exclusively on the Colombian case, Bonilla's book was quickly translated into several languages and the author himself was invited to different American and European countries to present the findings of his research, since his approach allowed us to understand the historical experience of hundreds of indigenous peoples around the world.The publication of Siervos brought Bonilla closer to the struggles of the indigenous movements in southwestern Colombia from the end of the 1960s until his retirement from public life less than five years ago. Bonilla's career is inseparable from the vicissitudes of the indigenous social movement, from its modern configuration to the present day, with indigenous representation in the National Constituent Assembly as a turning point. The archive that now rests in the BLAA, therefore, can only be partially understood as the accumulation of documents by one person. More accurately, it should be said that this collection acquires its true meaning in the general framework of the history of the indigenous movement in Colombia and its relations with non-indigenous people. The Bonilla archive can be called, more precisely, a specific collection of the solidarity archive, in reference to the network of those in solidarity and collaborators with the indigenous movement, a large and diverse group of non-indigenous people who have accompanied, supported and participated in its social and political demands.The redefinition of the Bonilla archive as a solidarity archive allows us to raise three considerations that guide the approach of this proposal. On the one hand, it becomes clear that we are dealing with a documentary collection produced in the very activity of indigenous struggles, guided by the concerns and interests of a plural movement in tension both with itself and with the political conditions of the country. Unlike other archives of researchers kept by the BLAA (such as that of Gerardo Reichel-Dolmatoff, Gregorio Hernández de Alba or Brian Moser), the collection handed over by Bonilla was not made about indigenous peoples, but with indigenous peoples. The perspective of the solidarity and collaborators on their own role in the indigenous mobilization radically affects the generation of the documentation contained in the collection and, consequently, must also affect the ways of thinking about it and naming it. On the other hand, it is thus understood that this is not an archive about the past, but for the present and the future. The indigenous mobilization continues and, to that extent, this archive is vital for the contemporary formation and reflection of the leaders who have emerged after the new Constitution, faced in a new context with unprecedented problems, but whose interpretation is rooted in the historical experience of the indigenous question in Colombia and Latin America. Finally, as already hinted, the characterization of this archive as supportive implies its connection with personal and institutional collections dispersed throughout the country and which have also preserved the memory of the indigenous movement, so the BLAA archive must be considered as a node of a much more extensive network that needs to be tracked, mapped and analyzed.Although the Luis Ángel Arango Library has already carried out an initial library and archival treatment of the collection delivered by Víctor Daniel Bonilla, its results merit a prompt, rapid and rigorous intervention to activate the intrinsic values of the collection. This year, the BLAA made available to the general public an initial cataloging of the collection through the public consultation tools of its search engine. Under the MSS4235 symbol and the name “Archive on indigenous communities compiled by Víctor Daniel Bonilla” it is possible to find a classification list of 35 boxes of documentation with broad and general descriptors. This description, although essential, does not allow us to have an idea (not even an approximate one) of the nature of the sources found in the archive, which translates into a considerable obstacle to facilitate its consultation and to imagine possible and necessary public activations in the current context. The work proposal that