Contrario al maniqueísmo radical de algunos sectores reaccionarios que le presentan a la opinión pública la imagen de una paz “perfecta”, y quienes no desaprovechan cualquier oportunidad para denunciar el actual proceso como inviable, nosotros consideramos que todo proceso de paz, desarrollado por humanos y desenvuelto en sociedades complejas es por naturaleza imperfecto, pero no por ello no digno de aceptación, y por qué no de revisión