Con este protocolo, la Universidad del Rosario (en adelante, la Universidad) reitera su compromiso con el respeto a la diversidad, la equidad y la inclusión dentro de su comunidad Rosarista (estudiantes, profesores, funcionarios y proveedores), orientada siempre por la búsqueda del bien común. En la Universidad se rechaza cualquier acto de violencia, acoso y discriminación que ponga en riesgo la integridad personal física, emocional o psicológica en cualquier tipo de escenario. Por lo anterior, atendiendo a las dinámicas sociales y educativas, este protocolo es un documento vivo y abierto a la participación de la comunidad universitaria y a la representatividad de los grupos de interés de esta, cuando estimen la necesidad de actualizaciones del mismo.. En esta ocasión, la Universidad, desde su labor educativa y formativa, le apuesta a la renovación de espacios de formación, prevención, atención e instancias de decisión para las manifestaciones de violencia, que atenten contra la sana convivencia, que vulneren los derechos humanos y que afecten la dignidad de las personas que hacen parte de nuestra Universidad, en especial, cuando la violencia se da por motivos de género y discriminación, afectando a grupos históricamente vulnerados. A lo largo de este protocolo, se verán reflejados y apropiados los criterios constitucionales y jurisprudenciales , en procura de que la Universidad sea una ejecutora de la prevención y resolución de los casos de violencias basadas en género y discriminación, con la seriedad, diligencia y legalidad que la han caracterizado desde su fundación y con el ánimo de desestimular las situaciones de violencia o su riesgo desde la comunidad universitaria y sin revictimizar a las personas afectadas.
